Todo comenzó cuando Andy pidió que se sumen al Punto de Encuentro lo que habían revisado el celular de una pareja.

“Celular, notebooks, tablet, vale todo tipo de dispositivos. Era adicta, me he recuperado. Revisé muchos celulares y siempre encontrás algo que molesta. Me molestan los emojis, mucho, te lo juro. Después dejé de mirar porque me hacía mal. A él se lo revisaba pero a diario, no le encontraba mucho. Pero lo blanqueaba, porque la cara se te desfigura, tenés mal humor, das portazos, contestás mal, no lo podés disimular”, aseguró

"

Él me dice que revise todo lo que quiera. Hoy tenés un libre acceso a todo, y lo resolví dejando de buscar. No importa qué era, pero siempre me enojaba por algo. Nosotros vamos a cumplir diez años y la verdad es que no tenemos discusiones por terceros”, manifestó, afirmando que también había utilizado la geolocalización. “Una vez discutimos y se fue a dormir a un hotel cerca de casa. Me aparece en uno cerca de casa, entonces voy con el auto, estaciono”, comenzó a relatar Pamela.

“¡No, no, no! ¿Fuiste a buscarlo? Le preguntó el conductor. “Sí. Agarré mi celular, y fingí hablar con él mientras tenía adelante al chico de recepción, que me dijo el piso y la habitación ¿Va a dudar de mí? No, me dijo que suba. Golpeé y entré. ¿Qué hacés acá, haciendo este papelón? ¡Vamos a casa!”, contó muy segura la conductora que regresó en aquel momento a su casa con su marido.