Hundiendo las raíces en lo profundo del cancionero más rico del rock nacional, Matías Nicolas hizo su apuesta más fuerte y dio a conocer un trabajo de delicada calidad. Tonos intimistas, climas que envuelven canciones que quedan sonando en la cabeza después de haberlas escuchado por primera vez, un tono de voz que sabe cantar su propias letras con un color de dejadez y comodidad le permiten cautivarnos con sus hipnóticos temas.

No siempre uno se da frente con un debut que invita a bucear en la historia de un artistas para rogar que sigan llegando canciones. Ansiosos aguardamos que lleguen más frutos de Matías Nicolas para seguir disfrutándolos.