A veces los fallos de la Justicia son ridículos e impracticables. Como en esta oportunidad que se impuso una orden de restricción para que Nazarena no se pueda acercar a menos de 300 metros de Federico Bal.

El punto es que no tuvieron en cuenta que los teatros en los que ambos trabajan por las noches de Mar del Plata se encuetran a una distancia de tan solo 100 metros.

Ridículo es poco ya que para cumplir con la orden de la justicia uno de los dos debería dejar de trabajar.