La última emisión de Gran Hermano marcó decididamente la entrada del reality show en la política nacional. No es casual que se haya elegido a un libertario antiperonista y una militante K para estar entre los últimos que quedaron para confrontar. Ni que una vez emitido los votos y con la determinación de que sea Alfa quien abandone la casa, el eliminado acusara a “los perucas” de haberlo sacado.

De esta forma, la grieta se mantiene con mayor vigor en el día a día del país, anticipando cómo va a ser la campaña electoral que tomará temperatura en los próximos meses.