El comienzo de las anécdotas de Guillermo Cópola suele ser similar: una enumeración de personas y lugares que te dan el panorama de lo que viene. Así el "Roma, Leonardo Di Caprio, Cavalieri Hilton" ya lo mete a uno en posición de escuchar lo que viene.

Y lo que viene suele ser sabroso, sazonado con agregados que a través de los años sirven para darle más punch a las historias que Guillote cuenta como nadie.