Marcos, el abuelo de Guido Kaczka, parece haber sido un buen tipo. Guido no lo conoció ya que falleció cuando él era muy chico. 

Salvador, el taxista participante, le preguntó si conocía a Felisa y Marcos ya que él los había conocido cuando era chico en la fábrica de muebles que tenía. El padre y el tío del taxista trabajaron en esa fábrica y él se cortó un dedo en ese lugar.