"Me despierto y siento un cansancio enorme, estaba reventado. En el vuelo la gente aplaude y un inglés a mi izquierda me pregunta por qué. Cuando quiero responderle, me doy cuenta que tengo un problema para hablar", recordó Furriel al pensar en ese momento en el avión en el que se dio cuenta que algo andaba mal.

"El neurólogo me dijo que no trabaje por tres meses. Tenía todo perfecto: corazón, cerebro, colesterol, presión... El 60% de los que tienen ACV a nuestra edad son adictos a la cocaína, pensaron que era la falopa", se sinceró.

"Me reconozco un tipo sano, pero no para que no me pasen cosas. Mi abuelo era sano y murió a los 73 años. El año pasado me rompí una vértebra y ese fue el mensaje para bajar un cambio y ordenarme", agregó el actor.