Esmeralda Mitre viene en caída libre y cada vez se hunde más rápido. Lo que al principio fue tomado por los programas como frescura y desenvolvimiento ahora es desequilibrio mental. Donde antes los medios veían a una artista ahora no encuentran palabras para describirla.

Pero en el programa de Ángel de Brito, en vez de tomarla como lo que es, la siguen castigando a ver si les devuelve rating y repercusión, buscando sacar el último jugo de una naranja que está agotada.