El tema es un típico exponente de la cumbia que hace Pablo Lezcano, con las melodías y los versos adecuados para la temática.

Lo llamativo en este caso no son los invitados como los streamers Marquito Navaja y El Joaco, el mediático Alex Caniggia o el personaje que vuelve a tener los focos encima, el Negro Pablo, con el cual Lezcano no se priva de hacerle decir si se cree "el mascapito" a un policía.

Sino la posición en la cual la fiesta clandestina es lo divertido a lo cual "una vieja y ortivas" quieren cerrar mientras ellos se resisten.

Como una vuelta del destino el Gobierno quedó atrapado en un cuarentena larga -aconsejada por los especialistas consultados- que no sirvió para mucho, y la diversión, la incorrección política, el desafío, está mostrado en otro lado.