Además del anfitrión Luis Novaresio, en el piso también estaba el ministro Hernán Lombardi, que escuchaba con gesto compungido al jubilado Cacho Fontana, quien declaraba sus penurias al cobrar una pensión que ni siquiera le alcanza para comer, como cerca de tres millones de personas en su misma condición.

Al parecer, el  funcionario tomó nota de este caso particular y por culpa o sincera preocupación, decidió ofrecerle al locutor retirado un programa de una hora al mes en radio Nacional, según se anunció menos de 24 horas después de esa entrevista por América TV.

Obvio que Lombardi no mostró preocupación alguna por los otros 2.999.999 jubilados y pensionados en igual condición que el locutor y conductor...