"Fui a buscar a Momo, me dijo que no quería volver al departamento, que quería estar con el hermano el perro y el papá y con vos también, quedate. Padre adhiere, quedate. ¿Se terminará el mundo? Me quedo. Hay pasto, recuerdo como se siente tener el sol en la cara, el perro y a mi hijo, el fin de la paz y el silencio, el quilombo que más extrañaba", comenzó Jimena. 

"Recuerdos cien mil por segundo, un millón, cien mil millones. Se abren vinos, potes de helado, se sigue recordando toneladas por minuto pero se ríe. Cumplo 33 años, se festeja, e inesperadamente es un cumpleaños de los mas lindos, muy inesperadamente. Momo nos regala un show de trap, se abre champán, pregunta si los sueños se cumplen. Daniel intenta justificar la torta ya comida (que hice yo hace 2 días) la vela y la bengala usada", agregó Jimena. 

"El chiste del ensamble y las risas. Momo insiste en encender una bengala usada. Comienza eufórico a cantar el feliz cumpleaños en inglés, el padre en un acto patriótico se indigna. Bailamos hasta las 9 am. Vimos el amanecer. El alma se llena de curitas invisibles, se siente bien. Cuando el 2020 no podía ser más inesperado, se vuelve más inesperado", continuó Jimena sobre su encuentro con Daniel Osvaldo. 

Cuarentena: Jimena Barón pasó su cumpleaños con el hombre menos pensando

"Lo abrazo, con todas las volteretas que me trae, lo abrazo muy fuerte. Me siento agradecida, en procesos de grandes aprendizajes, en búsqueda de cambios, de cierres, de nacimientos, de acomodar todo distinto y que se sienta mejor, de que sane lo que sigue jodiendo, de despedirlo, de perdonarme, no ser tan dura conmigo misma, de regalarme aceptación y sorpresa", profundizó Jimena. 

"Abrazo también las cagadas que me mandé e intento ser mejor persona todos los días, pero sin castigarme tanto. Los abrazo a ustedes del otro lado, que me llenan de amor, de verdad. Les agradezco la compañía incluso cuando anduve un poco desbrujulada. Les agradezco eso muchísimo", agradeció.