Después de haber estado 22 días en la cárcel, la mediática Oriana Junco contó en La hormiga imperial, lo que le sucedió en la cárcel y denunció que hubo homofobia, transfobia y fachismo. "Nunca me divertí más en mi vida con todo este zoológico", contó entre risas, sobre el tiempo que pasó en el penal de Ezeiza.

Al parecer se peleó con una mujer en un restaurante de Riobamba y Santa Fe porque le quería seguir vendiendo drogas a su ex novio. La discusión derivó en una pelea, en la que intervino un efectivo de la Policía, que finalmente la detuvo: "Decidimos ir a tomar algo ahí porque queríamos charlar y yo quería que dejara de venderle drogas a mi ex".

"Mil pesos un finito", contó como una intimidad del penal y advirtió que no le permiten hablar mucho más sobre cuestiones relacionadas con Ezeiza "lo que pasa en el penal queda en el penal", sostuvo.