Charlotte Caniggia es uno de esos extraños fenómenos a los que nos tiene acostumbrados la televisión. No canta, no actúa, no baila, y sin embargo los programas la convocan para calentar sus sillas.

Inclusive su cara y su figura han sufrido tantas transformaciones que es difícil distinguir sus rasgos originales. Pero la gente quiere saber de ella, le compra sus peleas y su caprichos y se divierte con sus salidas.

Ya llegará el tiempo de analizar en profundidad el entretenimiento de nuestra época, ahora solo nos queda observar como se pelean Chaarlotte y Luli Salazar en un combate que los empresarios del boxeo hubiesen titulado 'La lucha del botox y las siliconas'.