Brad Pitt, que últimamente es más noticia por su divorcio de Angelina Jolie que por sus papeles cinematográficos, es adicto al alcohol y las drogas, lo que se agudizó con los problemas devenidos de la separación.

Así, el actor estadounidense de 53 años ingresó de manera voluntaria en una clínica de rehabilitación para tratar sus problemas con las drogas y el alcohol, según informó la prensa estadounidense.

Fue en la clínica de Santa Mónica (California), donde se realizan tratamientos psicológicos y de desintoxicación a cambio de unos 15 mil dólares por noche de alojamiento y tratamiento.

Como se sabe, el actor tiene dificultades para ver a sus seis hijos: Maddox (15), Pax (13), Zahara (11), Shiloh (10) y los gemelos Vivienne y Knox (8).