"No sé por dónde arrancar. Quería acomodar las sensaciones y los sentimientos para poder hablar con ustedes. Ver un parto es rarísimo. Yo había visto uno anterior, en Argentinos por su nombre, pero este fue distinto", contó Andy Kusnetzoff a sus compañeros de radio visiblemente emocionado por la llegada de su primera hija, Helena. 

Y se centró en todo el proceso que vivió junto a su mujer Florencia Suárez: "Lo primero que me pasa es que uno se maravilla con la mujer. Es una experiencia muy difícil de explicar, los que son padres la conocen. Lo primero que me maravilló es la mujer, es una cosa increíble en serio. Todo pasa por la mujer y la verdad es que hasta que Flor quedó embarazada no sabía nada del tema. De repente te das cuenta que hay un montón de cosas que uno ve en una mujer cuando pensás en tener hijos, que son muy distintas a las que uno puede buscar cuando recién se conoce o en relaciones más superficiales. Esto es como que va mucho más lejos. Me pareció muy loco, respecto a la panza, cómo va creciendo y se mueve desde adentro. Y después de toda esa panza viene el parto que es una cosa tremenda".

Y agregó: "De repente escuchás, ves, un montón de médicos y sale una cosita, cortan el cordón y cuando lo cortan, tu hija tiene que salir a vivir la vida sola. Hasta ahora vivió de la madre. Y de repente los médicos te dicen que tiene que respirar por su cuenta, comer, conocer el mundo, salir de la panza. Eso te parece un flash, increíble. Te dan a la piba y no viene con manual de instrucciones. A mí me pasó que estaba para quedarme en el sanatorio, me quería quedar a vivir, estaba tranquilo con las enfermeras. Lo que también me pasa es que el amor es diferente para el hombre que para la mujer, la mujer la tuvo en la panza nueve meses y a mí me me habían empezado a agarrar miedos. Entonces empecé a hacerles mil preguntas a las neonatólogas, después me fui relajando y la frase de todos es 'el miedo no se te va nunca'".

Andy Kusnetzoff después de ser padre: "Aprendí a valorar a la mujer de otra manera"

E insistió: "En mi caso, ya llegué a un lugar en el que a los 45 años mis miedos eran si levantan el programa, si Pergolini tal cosa. Pero una vez que tenés dominados esos miedos, menos el de la muerte, te metés en un viaje donde son todos miedos y recompensas, obviamente. Hay que aprender a interpretar. Uno valora a la mujer de otra manera, entiendo que después el hombre va a ser un poco más protagonista, al menos eso dice en todos los libros que leí. Traer un hijo al mundo trae amor, incluso me acerqué a las pocas personas con las que seguía distanciado, hubo intercambio de mensajes y estamos en paz".

Y finalizó: "Hay algo muy loco es que esa piba estuvo desde el primer día en la panza escuchando Perros de la Calle, escuchándolos a todos ustedes, ustedes son tíos en serio. Desde el día cero de su vida estuvo ahí y eso... eso... (se quiebra) me da mucha emoción. Ella estuvo ahí, escuchó a los oyentes cuando llamaban por teléfono y las boludeces que hablábamos nosotros, su vida era la vida de la madre y era así (...). Bueno, el lunes voy a estar ahí. Un beso grande y para cerrar, los quiero mucho y la verdad es que a veces parecen lugares comunes, pero los quiero mucho y creo que somos una familia, una familia disfuncional, pero familia al fin. Helena es hija de Perros de la Calle y no hay manera que no sepa la historia del programa. Es fruto de un programa de radio, no la hubiera conocido nunca a Flor si no la hubiesen contratado. Toda la vida en la vida de ella en la mía, ustedes... eso. Me emocioné. Un beso grande, los quiero mucho".

Fuente: Ciudad