Esta página la tenía vista desde hace varias semanas pero me pareció prudente y acertado que en el día del orgasmo femenino esté en el suplemento.

¿Qué es? Es una web que recopila orgasmos reales de mujeres reales (?) y los sube. Pero además busca, con estas cositas, naturalizar el máximo placer sexual femenino y militar la idea de que todas tenemos derecho a exigir y tener esos diez, quince, cuarenta segundos de grititos y cosquilleo celestial.

Orgasmos más tranquis o enloquecidos, y cada uno con sus colores e intensidades correspondientes son los que se escuchan y se ven en la página que, además de ser una librería de sonidos, realizó encuestas a miles de personas para ver qué y cómo pensamos al sexo.

Desde el inicio de las relaciones sexuales hasta cuántas películas porno se ven de acuerdo al género, los datos son interesantes. Pero hay una pregunta que está directamente relacionada con el orgasmo y la concepción que tenemos las mujeres a la hora de conocer nuestras partes íntimas y amigarnos con ellas.

El 11,2% de las mujeres no se masturbó nunca mientras que, en los hombres, sólo representa el 1,6%. No nos sorprende. La paja tendió a ser más masculina que femenina, así como el placer sexual. Mientras las mujeres hablábamos sobre la menstruación, los hombres se contaban cuánto se masturbaban. Por supuesto que en las generalidades los casos particulares quedan a un costado, pero estos números grafican bien lo dicho anteriormente.

Otro dato lindo para analizar es el siguiente: El 22,5% de las mujeres no logra el orgasmo durante el sexo nunca o muy pocas veces mientras que al hombre solo le pasa un 5,2%Y está bien, dirán que es lógico porque el hombre siempre (o casi siempre) finaliza el acercamiento sexual eyaculando, que no hace falta que la mujer acabe para que la relación se lleve a cabo, etc. Pero ahora hablamos de placer, hablamos de la capacidad que tiene el cuerpo femenino de sentirlo y de llegar al súmum. No importa si es necesario o no, no hablamos de reproducción ni de utilidad, todas tenemos que saber que podemos, que tenemos el derecho a disfrutar a buscar, a pedir.

Puntos sensibles y erógenos tenemos muchos y todos distintos, el trabajo es recorrer, tener y tenernos paciencia. Hace no más que cincuenta y seis años que las mujeres pueden, con la llegada de la pastilla anticonceptiva, controlar su propio cuerpo y así investigar sin el riesgo de quedar embarazadas (ya que el riesgo de contagiarse enfermedades está y sólo se combate con efectividad a través del preservativo). Son poquitos años de empoderamiento sexual, hay poca información y aún mucha vergüenza.

Y no hace falta irse muy atrás, en la segunda temporada de la exitosa y contemporánea Orange is the new black, serie que trata de la vida de reclusas en una cárcel de los Estados Unidos, gira en torno a cuántos agujeros hay en "la nena". Quienes tuvimos acceso a una buena educación sexual en casa, sabemos que la mujer tiene dos, uno para hacer pichín y otro por donde se coge, se menstrúa y pare. Pero no todas saben cómo está formada la suya y muchísimas mujeres nunca jamás se la miraron en un espejito, ni saben qué color tiene.

Ojalá que en diez años el orgasmo femenino sea algo que se busque y se encuentre, que esté desarrollado en nuestra mente como algo natural, algo placentero y hermoso que no esconde tras de sí ningún pecado ni culpa ni problema. Ojalá que en diez años el día del orgasmo femenino sea todos los días.