Chusmeaba Instagram la otra vuelta y me topé con la cuenta de Giuliana Cataldi. Me topé y me quedé un rato largo, porque tiene fotos geniales, retratos dignos de cuadritos y sólo 21 años.

La contacté y charlamos. Le pedí que escriba algo, que me diga lo que significa para ella la foto, su pequeña pero prometedora profesión. No vamos a dar muchas más vueltas porque al final, lo que importa, además de la cerveza, es lo que esta pequeña genera.   

"Siempre fui esa persona molesta que va de un lado para otro con la cámara sacándole fotos a cualquier cosa que ve, pero me costó muchísimo entender que realmente quería vivir de esto y poder dejar de lado el `hobbie´ para que empiece a ser un trabajo y una pasión. Hace exactamente un año empezaba a sacarles fotos a chicas, sin tener tanto conocimiento porque, para ese momento, estaba estudiando fotografía hace seis meses nada más. Me acuerdo que un día me llegó un mensaje por Instagram, de una chica que no conocía, diciéndome que quería que le saque fotos porque le gustaba mucho mi manera de ver las cosas. Fue todo bastante improvisado, en el momento decidimos que se iba a poner y aprovechamos una cama enorme donde aparecía el sol de a ratos. Desde ese día me di cuenta que realmente quería ser parte de ese mundo: el retrato. Me gustaban cada vez más los resultados y sentía que lograba lo que quería, explotar al máximo cada instante y reproducirlo, a mí me manera, con la cámara. Siempre busco encontrar el detalle en cada retrato, siento que hay algo que está ahí pero no se deja ver, algo que está oculto pero en un segundo con un simple gesto sale a la luz, esos son los momentos en los que hay que tener la cámara encima para llegar a captarlo. Los cuerpos dicen muchísimas cosas que desconocemos y son hermosas, cada uno con lo suyo, todos tienen su propia belleza. Cuando tengo una persona adelante que `posa´ para mí, trato de sacarlo de ese lugar y lograr que se sienta completamente libre de hacer lo que quiera. La clave de todo es ser uno mismo. Creo que la base de la belleza es la naturalidad y en el retrato, la espontaneidad es lo que finalmente logra transmitir. Para mi sacar fotos es tratar de dejar un recuerdo de un momento de la vida del otro pero también de la mía".

La sexualidad e inocencia bajo una lente joven, osada y repleta de erotismo
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