Buena parte de este nuevo golpe al bolsillo se lo llevan las subas de los alimentos: aunque las mediciones oficiales hablan de una inflación del 32 por ciento anual, los precios de productos básicos en alimentación aumentaron 137 por ciento, el último año.

Un informe de Ecolatina publicado por Ámbito Financiero puntualizó porcentajes: el kilo de pan francés aumentó un 70%, el aceite de girasol, tuvo un alza del 136,1%, la manteca se incrementó un 90,1%, la leche un 22,2%, la papa un 38,3%, la manzana un 21,7%, el pollo un 33,4% y la carne vacuna un 18%.

Todo esto impactó directamente en las mediciones de la canasta básica, ergo, en la suma necesaria para no caer en la pobreza.