Una familia conformada por dos adultos y dos chicos, que no alquile, necesitó en marzo pasado 28.330,36 pesos para no ser considerada pobre, según la Dirección General de Estadísticas y Censos (DGEyC) de la Ciudad.

Esa misma familia porteña necesitaba un año antes 18.082,01, lo que representa un incremento de más de 10.000 pesos o el 36,17 por ciento del costo de vida en apenas un año.

A su vez, necesitó 14.019,86 en marzo de este año para cubrir la canasta básica alimentaria y no caer en la línea de indigencia, mientras una pareja de adultos mayores jubilados (con casa propia y sin demasiados achaques de salud) precisó 14.239,52.

De acuerdo a la dependencia de la Ciudad, esa pareja de jubilados pudo arreglarse con 7.078,88 pesos para no llegar a ser considerada como indigente: pudo sobrevivir con 235 pesos diarios…

¿Y si hablamos de una persona sola mayor de 25 años? Para la DGEyC, pudo mantenerse relativamente bien con 4.596,68 pesos sin ser indigente.