Este martes Wall Street abrió en alza un día después de su peor sesión en cuatro años y tras el anuncio del banco central chino (PBOC) de adoptar nuevas medidas de apoyo a las bolsas: el Dow Jones gana 2,2% y el Nasdaq 3,3%.

Es que este martes la autoridad monetaria china inyectó un total de 23.400 millones de dólares en el sistema financiero del país para aumentar su liquidez.

Los inversores vieron con buenos ojos la decisión del banco central chino de inyectar fondos en el sistema financiero y de recortar las tasas y el ratio de reservas a los bancos. Así, el gigante asiático demostró que aún tiene poder de fuego para dar impulso a su economía.

El lunes se había desplomado por tercera sesión consecutiva, desestabilizada por los temores sobre la desaceleración de la economía china, con el índice principal Dow Jones Industrial Average cayendo 3,6% a 15.871,28 puntos y el Nasdaq, dominado por los valores tecnológicos, 3,8% a 4.526,25 unidades.

También los mercados europeos recuperaban una pequeña parte del terreno perdido la víspera.

Problemas desde junio

Desde el inicio del crac bursátil a mediados de junio las autoridades han intentado estabilizar los mercados con la inyección de miles de millones.

En un comunicado, el banco central chino explicó que la reducción de la liquidez disponible en el mercado, causada por la devaluación del yuan, ha hecho necesaria esta intervención.

El ente emisor abrió una línea de financiación a los bancos chinos a través de acuerdos de recompra inversa, por los que se venden valores condicionados a un compromiso para recomprarlos posteriormente, con un vencimiento a siete días y un interés de un 2,5%.

Además, el banco central chino anunció una rebaja de 0,25 puntos en los tipos de interés de los préstamos para dejarlo en un 4,6% y de otros 0,25 puntos en los tipos de interés de los depósitos, que quedan en un 1,75%.

También redujo en medio punto porcentual el ratio de reservas exigido a los bancos, en el segundo "doble recorte" (de tipos y coeficiente) que adopta en los últimos dos meses, después del anunciado el pasado 28 de junio.

Rebotes en Tokio

El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró con una caída de casi 4%, no lejos de las pérdidas de la víspera, pese a un repunte durante la sesión que parecía indicar una vuelta a la calma de los inversores.

El Nikkei de los 225 valores principales cedió 3,96%, es decir, 733,98 puntos, hasta 17.806,70 puntos, al día siguiente de un desplome de 4,61%, debido al descalabro de las bolsas chinas.