Hay algunos a los que pedir dinero les gusta, o por lo menos no les significa un cargo de conciencia pensando en cuál va a ser la forma de devolverlo. Se los suele llamar mangueros o de otras formas menos amistosas.

Martín Tetaz parece ser de éstos, porque no satisfecho con el festival de deuda que se vivió durante los cuatro años del macrismo que reivindica, ahora sostiene que hay que solicitar un nuevo préstamo "para hacer populismo con la plata de otro", como si ese dinero no hubiera que devolverlo.