Le duró muy poco la bravata. Bastó que Ernesto Tenembaum hurgara un poquito para que quedara expuesto que Diego Santilli reflexionaba como si estuviera en la mesa de un bar sin ninguna responsabilidad política.

Por eso se animó a decir que el Gobierno estaba "empapelando el país", una figura para atacar la supuesta excesiva emisión monetaria.

Pero para eso se requieren dos cosas, o un periodismo cómplice del entrevistado como suele encontrar Santilli en los canales amigos, o algún conocimiento de economía para poder debatir al respecto con una base técnica.

Como no tenía ninguna de las dos, la pobreza de su argumentación quedó a la vista de todos.