El Gobierno oficializó este miércoles las normas que obligan a los establecimientos comerciales a diferenciar el precio al contado en efectivo de los productos del de cuotas con tarjetas de crédito, un anuncio que había sido hecho el martes por el ministro de la Producción, Francisco Cabrera.

En la ocasión, el secretario de Comercio de la Nación, Miguel Braun, indicaba que “según lo que dice el Banco Central, se espera una reducción entre el 15 y 20 por ciento (en los precios) para las compras al contado".

Ahora, el propio Braun se desdijo: “La medida no garantiza que bajen los precios”, dijo menos de 48 después de haber prometido con la medida, bajas de hasta el 20 por ciento en los precios de contado.

“El Gobierno no controla los precios: con esta medida se busca crear un marco de mayor competencia y transparencia, que llevará a que los consumidores tengan mejores ofertas y precios”, añadió el funcionario.

La medida “llevará a que los consumidores tengan mejores ofertas y precios” pero “no garantiza que bajen los precios…”, sostuvo Braun en un mismo párrafo, pasando por alto –o queriendo ocultar– la contradicción explícita de un día para el otro, de una oración para la otra…