Entre la suba desenfrenada de precios y la pérdida del poder adquisitivo de la población están los factores que llevaron a que durante el primer cuatrimestre de este año, el consumo de carne vacuna retrocedió 5,2 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado.

De los 59,4 kilos/año por habitante del primer cuatrimestre de 2015 se pasó este año a 56,2 kilos/año, según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra). El matambre, el asado de tira y el vacío lideraron esas bajas, con 8,4, 6,8 y 4,4 por ciento de caídas, respectivamente.

Ese retroceso representa que el consumo es el más bajo de los últimos cuatro años, apenas superior al registrado en el primer cuatrimestre de 2012, cuando el consumo por habitante estuvo en 55,7 kilos/año.

"La gente está comprando menos, lo necesario para el día, y se lleva cortes más económicos. Antes se llevaba peceto para el estofado y ahora lo hace con roast beef o paleta, que son más económicos", indicó Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal, al diario La Nación.

Además, el mismo diario da cuenta de que los carniceros están recibiendo en los últimos quince días la media res con nuevos aumentos, los que –claro está– nuevamente van a trasladar al precio de venta al público.