Para una tabacalera multinacional, el cierre de una sus plantas y el despido de 230 trabajadores tienen una sola responsable: una pyme…

En efecto, Massalin Particulares, perteneciente a un grupo multinacional europeo, culpó a la pyme Tabacalera Sarandí por el cierre de su fábrica en Goya, Corrientes, y el despido de 230 trabajadores que se desempeñaban allí.

Ahora, Tabacalera Sarandí demandar a Massalin y a sus “voceros”, el ministro Dante Sica y el intentendente de Goya Ignacio Osella, al considerar que fue perseguida y difamada con la complicidad de los funcionarios.

"Desde la multinacional Massalin Particulares se ha intentado reiteradamente, en los medios de comunicación y en las Instituciones, con engaños y falsas acusaciones, culpar a una pyme nacional como Tabacalera Sarandí del cierre de su fábrica en Goya y el despido de sus 230 trabajadores", señaló la empresa de capitales nacionales mediante un comunicado.

En efecto, la multinacional que maneja las principales marcas atribuyó el cierre de la fábrica correntina a la caída de las ventas producto el incremento de la competencia “desleal” que no paga impuestos.

Y puso como ejemplo a Tabacalera Sarandí, entre otras pymes del sector, que por un fallo judicial de abril de 2016 quedó eximida de pagar el impuesto mínimo sobre los cigarrillos, y gracias a los menores precios pudieron acceder a una mayor porción del mercado. 

Sin embargo, para la pyme “es de una bajeza profesional y empresarial incalificable por parte de la Multinacional Massalin lo que ha hecho en Goya durante las últimas 5 semanas. Manipulando a toda una sociedad y una provincia como Corrientes”.

“Acusando y culpando a una Empresa local argentina como Sarandí de sus propias decisiones y encubriendo un despido masivo de personal solo debido a decisiones corporativas y comerciales de su propio negocio digitado desde Suiza¨, dijo Francisco Mármol, vocero de la pyme correntina.

¨Y más sospechoso aún ha sido ver durante estas últimas semanas al propio ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, operando como vocero de Massalin, repitiendo argumentos impropios de un funcionario público contra la Justicia argentina, contra una empresa nacional en favor de una multinacional, lo que denotaría un presunto incumplimiento de los deberes de un funcionario público", agregó.

Además apuntó contra el jefe comunal de Goya: "Ignacio Osella no tuvo ningún reparo en atacar y hacer suyas las falsas imputaciones que vertieron desde Massalin contra Sarandí, actuando según pareciera, de forma cómplice, ya sea por acción u omisión, de los dictados de la multinacional. Algo muy extraño”.