Por un lado, la responsable técnica del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Graciela Bevacqua, pedía varios meses para elaborar y divulgar una estadística "seria" sobre la inflación.

Por el otro, el director del organismo, Jorge Todesca, explicaba el despido furtivo de la especialista señalando que Bevacqua "no compartía el sentido de urgencia" que tiene el Gobierno Nacional para contar y publicar estadísticas oficiales.

Esa "urgencia" de Mauricio Macri se puede explicar a partir de la potenciación del ritmo inflacionario desde que asumiera como Presidente, en diciembre pasado: según algunos especialistas, las subas alcanzan el 40 por ciento en algunos productos de primera necesidad.

Bevacqua quería tiempo para realizar un índice "perfectamente técnico y creíble", que de algún modo reflejase esa disparada de los precios; pero el macrismo decidió echarla del Indec y terminar con la cacareada "transparencia y credibilidad" con que asumió el gobierno.