Tuvo que salir la banca pública a inyectar millones de dólares al mercado cambiario para que no continuara con la tendencia alcista que marcó las últimas dos semanas. De hecho, la moneda norteamericana batió casi diariamente su propio récord de cotización.

Así, esta semana convirtió al peso en la moneda que más se devaluó en julio frente al dólar en el mundo: perdió 7 por ciento en términos de intercambio. Y tal devaluación de nuestra moneda acabó trasladándose a los precios, como ya es histórico en la Argentina.

Ante el malhumor que generó la situación entre la población trabajadora, que vio y sufrió la suba del dólar como una depreciación de sus ingresos, el Gobierno debió salir y vender millones de dólares no para detener la devaluación sino para amesetarla, al menos por el momento.

¿Pero a qué se debe la fuerte alza del dólar, según da cuenta este viernes el insospechable diario La Nación? Textual: “La depreciación (del peso) es consecuencia de la fuga de divisas que generó el cambio de tendencia del mercado cambiario”.

Todo ello ocurre “en abierto desacople con los (países) del resto del mundo”, cuyas monedas se valorizan cotidianamente ante el dólar. Para el caso argentino, ni las altas tasas con que el Banco Central remunera colocaciones en moneda nacional pudieron detenerlo.