A principios de 2018, la consultora PwC realizaba su relevamiento anual entre los CEO argentinos que daba como resultado una confianza generalizada sobre la gestión de Mauricio Macri: el 94 por ciento de los encuestados veía con optimismo el año que se iniciaba.

Un año después, la misma encuesta entre los dirigentes empresariales de los que el macrismo se nutre, muestra que aquella confianza se ha desplomado: solo el 54 por cineto de los consultados ve un 2019 con mejoras gananciales respecto al año anterior.

Esta visión subjetiva del año que comienza se emparenta directamente con las previsiones realizadas por el Fondo Monetario Internacional para 2019, que pasaron de ser halagüeñas un año atrás a negativas en su último informe.

El organismo considera que la economía argentina continuará en recesión otros doce meses, con una caída del PBI de 1,7 por ciento. La luz del sol aparecería recién en 2020… Algo así como un nuevo “segundo semestre” macrista.