El Indec registró una variación del 40,9% en el conjunto de los asalariados frente al 53,8% de inflación acumulada. Si la comparación se hace solo contra lo que subieron los alimentos, la pérdida alcanza al 10,1% en el año.

Por ende, si se tiene en cuenta que los sueldos en 2018 habías perdido 12,8% de su poder de compra y en 2017 recuperado 0,2%, se observa que en los últimos 3 años los salarios acumularon un retroceso del 18,5% de su poder de compra.

Como no hay datos de 2016 hacia atrás sobre los salarios en negro, no es posible hacer el balance de su evolución durante la gestión de Macri. Si se toman solamente los salarios en blanco, la pérdida de poder adquisitivo en aquel año fue del 5,3%. Por ende, si se toma el deterioro acumulado en los últimos cuatro años, los datos oficiales muestran que los salarios registrados perdieron el 20,3% de su capacidad de compra.

En 2019, la pérdida de poder adquisitivo no fue homogénea. Los que más perdieron fueron los trabajadores informales, cuyos ingresos se incrementaron solo 29,5% en términos nominales, muy por detrás del Índice de Precios al Consumidor. En este caso, en términos reales, la caída fue del 15,8%.

Dentro de los trabajadores en blanco, los que menos perdieron fueron los del sector privado. En conjunto, los trabajadores estatales perdieron 7,1% de su capacidad de compra, en tanto que los del sector privado vieron sus ingresos menguar 6,2% a lo largo del año.

Esto obedece a que los sueldos del sector público subieron 42,8% y los del privado registrado, 44,2%. Por lo tanto, al ponderar su participación en la masa salarial, el Indec estimó que en conjunto los salarios en blanco subieron 43,8%.