Con el objetivo de custodiar el río Paraná, el Gobierno Nacional adquirió a Israel cuatro lanchas diseñadas para desplegarse en el mar de Mediterráneo. Algo así como comprar tanques para patrullar la 9 de Julio, según indican los expertos.

Se trata de lanchas tipo Shaldag, de 25 metros de eslora, que alcanzan una velocidad de 48 nudos y están equipadas con cañones de 25 milímetros, armas Typhoon que permiten destruir objetivos a 2,3 kilómetros de distancia, con un alcance efectivo de casi siete kilómetros.

La desproporcionada adquisición disparó, justamente, el descontento de la Federación de la

Industria Naval Argentina (FINA), desde la que enviaron una carta al Gobierno para que reconsidere la compra de estas embarcaciones, por la friolera de 49 millones de dólares.

Es que, según estiman, una lancha de patrulla para ríos interiores sería el tipo de embarcación ideal para ser construida en nuestro país en forma masiva, y con idéntico presupuesto se podrían construir 20 unidades, según informa la agencia TSS de la UNSAM.

“Si se diseñara una embarcación a la medida de nuestras necesidades también se podría adaptar el armamento adecuado”, le dijo Juan Torresín, presidente de FINA.

“Estas embarcaciones están diseñadas para el combate en el mar Mediterráneo. Probablemente, el arma más adecuada para sus necesidades era este tipo de cañones, pero creemos que puede haber otro tipo de armamento más apropiado para el uso que se le va a dar acá, que es en ríos interiores”, añadió.

Torresín agregó que “si quisiéramos poner estas lanchas a patrullar el canal de Beagle estaría perfecto, pero no es el caso. La propia estela que deja este tipo de embarcaciones de alta velocidad tampoco es razonable para los ríos interiores, porque daña la costa y erosiona los canales”.

Además, “el año pasado, la industria naval local produjo remolcadores de puerto compitiendo directamente con astilleros europeos y de la región. Se trata de remolcadores con alta tecnología, diseñados totalmente en el país, con propulsión azimutal de 360 grados, algo muy sofisticado. Para lanchas de las características que se necesitan aquí sería todavía más rápido el proceso de fabricación” , precisó el presidente de FINA.