El ajuste se siente cada vez más en el bolsillo de los argentinos, y mientras el consumo sigue en picada, ni el Día del Padre logró hacerlo levantar: es que las ventas para esta especial fecha cayeron un 3,6 por ciento, en relación a igual jornada del año pasado.

Así lo reveló un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), citado por Ámbito.com, que comparó las operaciones del Día del Padre de este año con el del 2016, cuando las ventas habían caído un 7,5 por ciento.

El ticket promedio este año se ubicó en 570 pesos, un 18,7 por ciento por encima del 2016, aunque la inflación fue superior, lo que muestra un cauteloso consumo. 

"Los comercios hicieron un gran esfuerzo de promociones para recuperarse y poder competir", explicó Fabián Tarrío, presidente de CAME. Así, hubo rebajas de entre 35 y 50 por ciento en indumentaria, calzados, vinos, restaurantes y artículos electrónicos, principalmente.

Por su parte, según el análisis de demanda realizado por Focus Market para CAME sobre una encuesta en 2.364 consumidores, el 15 por ciento de las ventas del Día del Padre fueron online, el 43 por ciento se realizaron en comercios a cielo abierto, el 11 por ciento en supermercados y el 31 por ciento en shoppings.

Según un informe de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) la caída de las ventas minoristas por el Día del Padre fue del 3,4 por ciento respecto a igual fecha del año pasado.