La Balanza de Pagos, compuesta por el dinero que ingresa y egresa por operaciones financieras, inversiones o por el comercio de bienes, cerró el segundo trimestre del año con un déficit de 5.954 millones de dólares.

De acuerdo a los datos que el Indec publicó el pasado miércoles, ello representa más del doble de los 2.679 millones de dólares de pérdida que se produjo en igual período del 2016.

Entre los factores determinantes para tal rojo en los números nacionales, aparece la apertura indiscriminada de importaciones que tanto preocupa a la industria nacional y sobre todo a las Pymes.

En efecto, este sector volvió manifestar su preocupación por el aumento geométrico de las importaciones, a lo que se suma la caída del mercado interno y los incrementos tarifarios ya efectuados por el Gobierno y por los que se podrían concretarse a partir de noviembre.

Ello ocurrió durante un encuentro convocado por la delegación Buenos Aires de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), que se llevó a cabo este jueves y en el que analizaron la marcha de la economía.

En ese marco, el economista Martín Burgos enumeró a "algunos sectores que son los más beneficiados con las políticas oficiales, particularmente las relacionadas a las actividades extractivas y sector financiero", mientras que las Pymes y los asalariados son los que están “sintiendo los efectos negativos” del actual modelo económico.

“Ese mecanismo no genera inversión productiva ni empleo y exige un tipo de cambio ‘planchado’, lo que termina perjudicando a la industria”, explicó el economista, y agregó que para bajar la inflación también se apuesta a las importaciones.

Por esa razón, “muchas Pymes están debiendo vender el stock por debajo del costo para poder sostenerse, ya que no pueden competir con los precios del exterior”, y otras, en tanto, “deben despedir empleados o directamente cerrar o ‘reconvertirse’ hacia actividades que no generan empleo”.

En cuanto a las perspectivas que se abren, Burgos destacó que “la falta de inversiones productivas, las exenciones impositivas a sectores extractivos, como el agro y la minería, la constante salida de divisas, el déficit récord en la balanza comercial a causa de las importaciones, todo esto lleva que el creciente gasto del Estado se cubra con endeudamiento externo en dólares, y en consecuencia habrá mayores niveles de ajuste del gasto y para el próximo año”, concluyó.