La integrante del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Julia Strada, nos trae una nueva entrega del ciclo "Economía para Todos" donde detalla las consecuencias que implicaría para el país pagar la deuda tal cual lo solicita el Juez Grieza.
Muchos representantes del establishment insisten en la debacle económica que vendría si no pagamos la sentencia de Griesa. También hablan de la existencia de una mayor brecha entre el dólar ilegal, el que llaman blue, y el dólar oficial y también de los impactos inflacionarios que vendrían por el aumento del dólar ilegal. Poco se habla, sin embargo, de las consecuencias económicas negativas que traería, para el pueblo argentino en su conjunto, pagar la sentencia de Griesa, tal cual lo dice el juez norteamericano.
¿Por qué no hacemos el ejercicio? ¿Qué pasaría si pagamos?
1) Recorte fiscal. Tengamos en cuenta la secuencia de demandas:
Primero de 1330 millones de dólares que hoy demandan los buitres, podría pasarse a 15 mil millones de dólares si demanda el 7% que hoy está afuera del canje. Por otro lado, si se activa la cláusula Ruffo, podrían aumentar las demandas a 120 mil millones de dólares, si demanda el 92,4% que hoy está adentro del canje. Así la deuda externa Argentina pasaría de ser de 198 a 335 mil millones de USD), es decir, prácticamente se duplicaría.
La relación entre deuda externa y PBI pasaría de ser de un 13,1%, como era en el 2013, a prácticamente duplicarse al 27%. Para pagar los intereses corrientes que significarían este aumento de la deuda se tendrían que destinar entre 50.000 millones y 120.000 millones de pesos. Podríamos hacer el ejercicio de mirar cuales son las principales transferencias que tendrían que reducirse. Por ejemplo la AUH, que son 20 mil millones; las transferencias a las provincias que son 25 mil millones, el Procrear, que son 11 mil millones; la movilidad jubilatoria que son 90 mil millones o tendría que frenarse la modificación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.
Históricamente la deuda externa a significado un límite al crecimiento económico y además también siempre mostró una relación directa con la desocupación. En el período entre el 2003 y 2013 se visualiza una relación inversa entre deuda externa y crecimiento, mientras cae la deuda externa el PBI crece. Lo opuesto ocurre entre 1976 y 2001, cuando la deuda crece muchísimo nuestro PBI se estanca. En lo que refiere a la relación entre desempleo y deuda externa entre 2003 y 2013 cayó el desempleo y también cayó la deuda externa. Sin embargo entre 1976 y el 2001 aumentó la deuda externa y también el desempleo.
2) Endeudamiento. Como solución al aumento de la deuda, producto del fallo de Griesa, la  ortodoxia económica ofrecerá volver a endeudarnos. La toma de deuda para pagar deuda fue lo que se hizo con el Blindaje y Megacanje, del año 2001. En nombre de “las metas fiscales”, “del ahorro público” o de la "eficientización el Estado”, en realidad lo que se hizo fue, la privatización del sistema previsional, el achicamiento del Estado y la reducción del gasto público  que en realidad fue, la reducción del gasto social.
3) Concentración. Los límites al gasto público y sobre todo la reducción del gasto social van a llevar a una mayor de concentración económica. Van a aparecer, así mismo, todas aquellas medidas que siempre se dicen para poder reactivar la economía, entre ellas: la eliminación de las retenciones, la reducción de los impuestos a las importaciones, la reducción de las cargas sociales a la contratación de empleo y sobre todo de empelo joven, la suba de los impuestos indirectos o regresivos y la reducción del impuesto a las ganancias de tipo societario. En definitiva, van a aumentar las ganancias al poder económico, que jamás se han traducido en mayor inversión, como los economistas dicen, sino que siempre se han traducido en mayores ganancias.
4) Límites a la industrialización. Si usamos los dólares para pagar la deuda, no podemos usarlos para industrializarnos, es decir, no podemos usarlos para comprar todos los insumos que necesitamos para sostener el proceso de sustitución de importaciones. Esto es comprar energía, comprar bienes de capital y comprar todo tipo de insumos para el sector automotor.
5) Vaca Muerta, buitres hambrientos. Además que el  encarecimiento del crédito para la petrolera estatal YPF, que significaría limitar las posibilidades de desarrollo de nuestra política energética. También van a aparecer propuestas entreguistas de una de las principales reservas de gas no convencional del mundo que es la que tenemos nosotros. Vaca Muerta es el objetivo. La entrega de nuestros recursos naturales se va a ser a cambio de deuda, de deuda ficticiamente creada por el fallo de Griesa.
La independencia económica que ganamos estos años permitió que el esfuerzo de los argentinos se pueda distribuir de manera más equitativa y sobre todo que podamos decidir qué política económica impulsar.  Poner en jaque esta soberanía conquistada, durante estos diez años a través de claras intenciones de que ganen los buitres, tiene por objetivo de parte de los intereses económicos más concentrados, terminar con las políticas distributivas implementadas en estos diez años. En definitiva se trata de que los recursos que los argentinos destinamos para vivir mejor vuelvan a utilizarse para pagar deuda

La integrante del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Julia Strada, nos trae una nueva entrega del ciclo "Economía para Todos" donde detalla las consecuencias que implicaría para el país pagar la deuda tal cual lo solicita el Juez Grieza.

Muchos representantes del establishment insisten en la debacle económica que vendría si no pagamos la sentencia de Griesa. También hablan de la existencia de una mayor brecha entre el dólar ilegal, el que llaman blue, y el dólar oficial y también de los impactos inflacionarios que vendrían por el aumento del dólar ilegal. Poco se habla, sin embargo, de las consecuencias económicas negativas que traería, para el pueblo argentino en su conjunto, pagar la sentencia de Griesa, tal cual lo dice el juez norteamericano.

¿Por qué no hacemos el ejercicio? ¿Qué pasaría si pagamos?

1) Recorte fiscal. Tengamos en cuenta la secuencia de demandas:

Primero de 1330 millones de dólares que hoy demandan los buitres, podría pasarse a 15 mil millones de dólares si demanda el 7% que hoy está afuera del canje. Por otro lado, si se activa la cláusula Ruffo, podrían aumentar las demandas a 120 mil millones de dólares, si demanda el 92,4% que hoy está adentro del canje. Así la deuda externa Argentina pasaría de ser de 198 a 335 mil millones de USD), es decir, prácticamente se duplicaría.

La relación entre deuda externa y PBI pasaría de ser de un 13,1%, como era en el 2013, a prácticamente duplicarse al 27%. Para pagar los intereses corrientes que significarían este aumento de la deuda se tendrían que destinar entre 50.000 millones y 120.000 millones de pesos. Podríamos hacer el ejercicio de mirar cuales son las principales transferencias que tendrían que reducirse. Por ejemplo la AUH, que son 20 mil millones; las transferencias a las provincias que son 25 mil millones, el Procrear, que son 11 mil millones; la movilidad jubilatoria que son 90 mil millones o tendría que frenarse la modificación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.

Históricamente la deuda externa a significado un límite al crecimiento económico y además también siempre mostró una relación directa con la desocupación. En el período entre el 2003 y 2013 se visualiza una relación inversa entre deuda externa y crecimiento, mientras cae la deuda externa el PBI crece. Lo opuesto ocurre entre 1976 y 2001, cuando la deuda crece muchísimo nuestro PBI se estanca. En lo que refiere a la relación entre desempleo y deuda externa entre 2003 y 2013 cayó el desempleo y también cayó la deuda externa. Sin embargo entre 1976 y el 2001 aumentó la deuda externa y también el desempleo.

2) Endeudamiento. Como solución al aumento de la deuda, producto del fallo de Griesa, la  ortodoxia económica ofrecerá volver a endeudarnos. La toma de deuda para pagar deuda fue lo que se hizo con el Blindaje y Megacanje, del año 2001. En nombre de “las metas fiscales”, “del ahorro público” o de la "eficientización el Estado”, en realidad lo que se hizo fue, la privatización del sistema previsional, el achicamiento del Estado y la reducción del gasto público  que en realidad fue, la reducción del gasto social.

3) Concentración. Los límites al gasto público y sobre todo la reducción del gasto social van a llevar a una mayor de concentración económica. Van a aparecer, así mismo, todas aquellas medidas que siempre se dicen para poder reactivar la economía, entre ellas: la eliminación de las retenciones, la reducción de los impuestos a las importaciones, la reducción de las cargas sociales a la contratación de empleo y sobre todo de empelo joven, la suba de los impuestos indirectos o regresivos y la reducción del impuesto a las ganancias de tipo societario. En definitiva, van a aumentar las ganancias al poder económico, que jamás se han traducido en mayor inversión, como los economistas dicen, sino que siempre se han traducido en mayores ganancias.

4) Límites a la industrialización. Si usamos los dólares para pagar la deuda, no podemos usarlos para industrializarnos, es decir, no podemos usarlos para comprar todos los insumos que necesitamos para sostener el proceso de sustitución de importaciones. Esto es comprar energía, comprar bienes de capital y comprar todo tipo de insumos para el sector automotor.

5) Vaca Muerta, buitres hambrientos. Además que el  encarecimiento del crédito para la petrolera estatal YPF, que significaría limitar las posibilidades de desarrollo de nuestra política energética. También van a aparecer propuestas entreguistas de una de las principales reservas de gas no convencional del mundo que es la que tenemos nosotros. Vaca Muerta es el objetivo. La entrega de nuestros recursos naturales se va a ser a cambio de deuda, de deuda ficticiamente creada por el fallo de Griesa.

La independencia económica que ganamos estos años permitió que el esfuerzo de los argentinos se pueda distribuir de manera más equitativa y sobre todo que podamos decidir qué política económica impulsar.  Poner en jaque esta soberanía conquistada, durante estos diez años a través de claras intenciones de que ganen los buitres, tiene por objetivo de parte de los intereses económicos más concentrados, terminar con las políticas distributivas implementadas en estos diez años. En definitiva se trata de que los recursos que los argentinos destinamos para vivir mejor vuelvan a utilizarse para pagar deuda