El 19 de julio de 2017 el Gobierno de Mauricio Macri colocó un bono a 100 años por US$2750 millones conocido bajo el nombre de "Bono internacional 2117". El mismo se oficializó en la Resolución 97-E/2017 del Ministerio de Finanzas y lleva la firma de Luis Caputo.

“El destino de los fondos será la atención del servicio de la deuda y gastos no operativos de la Administración Nacional” y establece que “la Argentina tendrá derecho, a su opción, a rescatar los bonos, en forma total o parcial, en cualquier momento o en forma periódica antes de su vencimiento”, anunciaron en el mencionado documento.

Uno de los impulsores de ese endeudamiento fue el ministro de Finanzas de la Nación, Luis Caputo. Precisamente, una de las firmas que adquirió el bono inédito por su plazo fue un fondo de inversión fundado por él, según difundió en su momento Bloomberg.

Según se conoció a través del programa radial El Lobby, conducido por Alejandro Bercovich en Radio Con Vos, el monto adquirido por Noctua Partners fue de 5 millones de dólares.

Caputo fue, además, administrador de Noctua Partners según se conoció a través de los denominados "Paradise papers", una investigación elaborada por un consorcio internacional de periodistas.

La periodista y columnista de El Lobby, Noe Barral Grigera, reveló algunos de los nombres de los compradores del bono 2117. Varios de estos casos se encuentran ante la Justicia, impulsados por diputados opositores, al tratarse de casos polémicos o de vinculación con funcionarios del Gobierno.

Existen 148 fondos de inversión que decidieron comprar los bonos. Uno de ellos, estuvo involucrado en la fraudulenta compra de deuda del año 2001, momentos antes al que país entrara en default. Se trata del americano Gramercy, un fondo mal recordado por los argentinos que vivieron la crisis durante el Gobierno de Fernando de la Rúa.

Otro es Noctua Asset Management LLC, que adquirió bonos por un total de 5 millones de dólares.Esta entidad, a la que perteneció Luis Caputo, ministro de Finanzas, apareció en los escandalosos Paradise Papers.

Resulta por lo menos llamativo que el encargado de llevar a cabo esta gran toma de deuda, esté vinculado a uno de los compradores, que encima tiene cuentas offshore en paraísos fiscales.