"Pese a la advertencia de algunos analistas de que la suspensión de pagos impactará en el crecimiento económico, la inflación y la pérdida de empleos en el país, lo cierto es que, a un mes de ese evento, las repercusiones han sido leves y muy distantes de la crisis que estalló tras el último default de 2001.", señalan en la BBC.

El artículo firmado por Verónica Smink, destacó que el efecto se hizo sentir entre bancos y agentes de pago que "quedaron atrapados en el fuego cruzado" entre el gobierno nacional, la justicia estadounidense y los fondos buitre.

Si bien desde la BBC hablan de default, el gobierno nacional subrayó más de una vez que se cumplieron con las obligaciones de pago correspondientes y que en realidad esto sería un "griesafault" (como se viralizó popularmente) ya que fue el juez Griesa quien retuvo los fondos e impidió que los bonistas reestructurados cobraran su deuda.

En el artículo se precisa que "pocas semanas después, llegó la decisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de prohibir las operaciones del BoNY en el país", y añadió que "no fue el único perjuicio que sufrió el banco, sino que el mismo día que perdió su licencia en Argentina, también fue demandado por un grupo de fondos de inversión en Londres, liderados por el multimillonario George Soros".

Otro banco afectado fue el Citibank, ya que el fallo de Griesa lo deja  en "una posición insostenible y extremadamente peligrosa, que podría conducir a consecuencias tan graves como la pérdida de la licencia bancaria de Citibank Argentina y su toma por parte de la República".

Resulta evidente, aunque algunos medios locales deseen informar lo contrario, que los pronósticos casi "apocalípticos" sobre la situación argentina parecen no condecirse con la realidad.