El lunes último, Roberto Lavagna cuestionó duramente la gestión del Gobierno al advertir que "ya hemos tenido este tipo de modelo, con los militares y en los años 90" y opinando que el plan económico del macrismo "no dará resultado".

Fue el jefe de Gabinete Marcos Peña quien salió a responder al exministro de Economía, pero por el absurdo (o, al menos, con postulados absurdos), al señalar que la Argentina está "en una situación mucho mejor que antes", en alusión al período en el cual gobernó el kirchnerismo. "Hace un año había múltiples tipos de cambio, cepo cambiario, el miedo de que si salíamos del cepo estallaba la Argentina".

"(Ante) algunas cosas que escuché que dijo Lavagna respecto del tipo de cambio, este es el primer plan de estabilización que se hace con tipo de cambio flotante; ayer ha habido movimiento, no nos asustamos, no se vino una crisis y hemos podido sacar la idea de que el movimiento del dólar sea motivo de crisis", añadió el funcionario.

Pero donde el absurdo alcanzó el paroxismo es cuando Peña se refirió a este primer año de gobierno de Mauricio Macri: "Este año fue inédito en materia de estabilización, hubo caída de la inflación", afirmó sin ruborizarse.

Además, y en alusión a la promesa de Macri –porque hasta ahora y por lo que se ve es solo una promesa– de inaugurar una obra pública por día, dijo: "Se ve una recuperación de la obra pública que va tomando velocidad", añadiendo que "hoy no estamos en una situación de gran crisis, estamos trabajando y el año próximo será de crecimiento".