Así lo anticipó el jueves la Presidenta de la Nación, luego de que se conociera que el gobierno argentino había alcanzado un acuerdo beneficioso para el país con el Club de París, lo que repercutió favorablemente en la mayoría de los sectores políticos y económicos argentinos.

El jueves mismo, el ministro Axel Kicillof adelantaba que  "no habrá ningún tipo de condicionamientos para la política económica" del país, y manifestó su "orgullo" por la "decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de seguir regularizando las deudas que estaban defaulteadas, tal como lo hizo desde el 2003 el ex presidente Néstor Kirchner".

En declaraciones a radio Continental, el funcionario dijo que el acuerdo tuvo "principios novedosos", entre los que citó "el pagar deudas de gobiernos anteriores cuyos autores hoy, incluso, se dedican a criticar las negociaciones basadas en no tener condicionamientos externos en la política económica".

Otro principio fue la no participación del FMI, que "siempre que otorgaba créditos, y esos créditos venían de la mano de programas, por lo que los países se iban con ciertas cadenas".

"Nada de eso ocurrió aquí -enfatizó-, nosotros nos presentamos voluntariamente y pese a que la Presidenta ya había decidido pagar en efectivo en el 2008", situación que se debió modificar "porque luego vino la caída de Lehman Brothers y la crisis mundial, y vimos que no tenía sentido que Argentina pagara en esas condiciones, seguimos los contactos informales".

En ese sentido, Kicillof explicó: "A principios de este año viaje a París y expuse los condicionamientos de la Argentina; propusimos pagar en cinco años con opción a dos años más y un esquema que plantea un esfuerzo compartido, es decir, pagos mínimos y una forma de cálculo donde estamos de acuerdo en pagar más si llegan nuevas inversiones", enumeró.

"La expectativa es que aparezcan nuevos interesados en invertir en la Argentina. Eso antes tampoco se tenía en cuenta", recordó el ministro.

Finalmente, Kicillof resumió: "En definitiva, hemos trabajado para seguir en un camino de regularización de deudas heredadas en la fase neoliberal, firmadas en gobiernos democráticos, y con el fin de honrar nuestros compromisos sin poner en riesgo lo que hemos hecho estos años ni el futuro de los argentinos".