A partir del 21 de abril se comenzará a pagar a los beneficiarios que cargaron el CBU (Clave Bancaria Uniforme), según terminación de DNI; y desde el 6 de mayo, para otras formas de pago".

Las acreditaciones se realizarán todos los días hábiles del período indicado en las cuentas bancarias aportadas por los titulares del beneficio extraordinario.

El orden de acreditaciones se hará por número de DNI: el 21 de abril cobrarán los terminados en 0; el 22, los terminados en 1; el 23, los 2; el 24, los 3; el 27, los terminados en 4; el 28, los 5; el 29, los 6 y el 30, los finalizados en 7.

Tras el fin de semana largo del viernes 1 de mayo, las acreditaciones en las cuentas se retomarán el 4 de mayo, fecha en la que cobrarán los titulares con DNI terminados en 8 y, finalmente, el 5 de mayo los que terminen en 9.

El resto de los beneficiarios que opten por otro medio de pago a partir del jueves 16 de abril en las opciones que ofrezca la página WEB de la Anses, cobrarán en las fechas que se indicarán durante la semana próxima.

A partir del miércoles 22 de abril, se habilitará una nueva instancia para que las personas que no ingresaron a la primera etapa del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) puedan actualizar sus datos para poder recibir la ayuda de $10.000.

“Estamos habilitando a partir del 22 de abril una nueva instancia para que todos aquellos que tengan que actualizar datos o que han tenido una novedad personal o socio-económica que amerite ser incluido en este beneficios, puedan hacerlo”, dijo Alejandro Vanoli durante un mensaje grabado en la Casa Rosada.

“Todos los sectores económicos y personas necesitan el Estado presente, y lo estará a través de este instrumento y una serie de políticas nacionales que se están implementando”, enfatizó el funcionario.

Del total de personas pre inscritas para poder acceder al IFE, más de 4 millones no cumplieron con los requisitos previstos, ya sea porque en su grupo familiar alguno de los miembros contaba con trabajo en relación de dependencia o porque perciben un subsidio por desempleo o jubilación.

En base a los números informados por Vanoli, algo más de dos millones de solicitudes fueron rechazadas porque quienes solicitaban esta ayuda tenían ingresos provinciales, nacionales o en relación de dependencia, eran monotributistas categoría C o superior, o figuraban como autónomos, o bien poseían ingresos gastos o bienes registrados por la AFIP.