"Es probable que el ajuste genere una recesión leve en el año 2016", indica el Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto a las perspectivas de la Argentina, en el informe que dio a conocer este martes en Washington.

Aunque durante la campaña electoral negó que, de ganar la elección, llevaría adelante una "ajuste", y aún hoy el Presidente y sus ministros niegan que así lo hagan, lo cierto es que hasta el Fondo se ve obligado a llamar las cosas por su nombre.

Como en las peores épocas de la Argentina, el macrismo llegó al gobierno para ejecutar un despiadado ajuste del que, claro está, las víctimas en primer grado son los trabajadores, con despidos masivos entre los estatales, devaluación del salario y tarifazos en los servicio de consumo popular.

Así, el organismo con el cual Macri intenta relanzar el vínculo carnal tras la ruptura que representó el kirchnerismo, prevé una caída de 1 por ciento en el producto bruto interno durante el año en curso.

Si bien el informe no incluye la proyección de inflación para 2016, sí mantiene un horizonte de precios elevados, ya que pronostica un aumento de 19,9 por ciento para 2017, cuando la inflación promedio de los mercados emergentes que se calcula en 4,5 por ciento para el año en curso y en 4,2 por ciento para el próximo.

Según informa Ámbito.com, si se cumplieran las proyecciones del Fondo y de analistas privados de consultoras locales, la Argentina se ubicaría en el tercer o cuarto país con más inflación del mundo, detrás de Venezuela (casi 500 por ciento) y Sudán del Sur (más de 200 por ciento).