Isaak Rudnik, integrante del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), afirmó que "hay una retracción del consumo" producto de la fuerte suba en los precios de productos de primera necesidad.

De hecho, el economista estimó que, más allá de índice de precios que rondan entre el 2 y el 3 por ciento, los cierto es que "en los últimos meses, el impacto del proceso de inflación de alimentos en las familias ha estado en el orden de entre el 23 y el 25 por ciento".

Ello ocurre cuando, en lo que hace a ingresos de trabajadores y jubilados, el porcentaje de aumentos estuvo en el orden del 10 o 12 por ciento, lo que tiene impacto directo sobre los porcentajes de pobreza en el país.