Esta semana, China se convirtió en el primer país del mundo en poner restricciones a las llamadas criptomonedas: Bitcoins y otras similares que proliferan pero no tan famosas.

El Banco Popular chino declaró ilegales las ofertas iniciales de monedas virtuales, a pocos días de que tocaran un techo histórico: más de 4.600 dólares luego del misil que Corea del Norte disparó sobre Japón.

Para el argentino medio, sin embargo, puede que esa restricción suene un tanto exagerada, teniendo en cuenta el mercado casi marginal que tendrían los Bitcoins, por ejemplo, en nuestro país. No obstante, comprarlos y venderlos parece ser más fácil que usarlos…

En efecto, no son muchos los usos concretos que puede darse a esa moneda virtual, pero se parecen mucho a las brujas: que los hay, los hay.

Por ejemplo, puede pagarse la luz y el gas con esa criptomoneda a través de la plataforma on line EnBitcoins: sólo hay que seleccionar la empresa que se quiere pagar, subir la factura y ya está: ¡a usar los bitcoins que hemos ahorrado durante años!

Y si nos sobran algunas monedas después de pagar las abrumadoras facturas de servicios, lo mejor es hacerse un viajecito; para eso está Destinia, una agencia de viajes en línea totalmente argentina en la que podés pagar con tus bitcoins sobrantes.

A la hora de adquirir electrodomésticos y esas cosas, la opción es Avalancha, otra plataforma argentina que acepta –según dicen– la moneda en auge sin chistar.

Y si se trata de lo cotidiano, no olvides que con bitcoins podés comprar una pizza en Antidomingo, cuyo local está ubicado en el barrio porteño de Saavedra, o tomarte unas birras tiradas en el palermitano Doble Seis, donde también agradecen los morlacos virtuales.