La actividad industrial registró en enero una retracción de 6,4 por ciento con relación a igual mes del año anterior, y un 2,7 por ciento contra diciembre último, según estimación del Centro de Estudios Económicos ‘Orlando Ferreres’.

Aunque afirma que en enero la actividad manufacturera "anotó una considerable baja interanual y mensual”, señala que “este número debe relativizarse" y prevé para 2017 "una recuperación" en un contexto "de recomposición del poder adquisitivo del salario y una política macroeconómica menos disruptiva".

"Como comentamos habitualmente en los comienzos de cada año, el desempeño de los diferentes segmentos en los meses iniciales está sumamente condicionado por paradas técnicas de plantas, entre otros factores estacionales", explica el ‘Ferreres’.

A eso, señala, se le debe "adicionar la particularidad que mostró la industria de los alimentos en el arranque de 2016, con niveles extraordinarios para la producción de aceites y demás productos vinculados al sector agrícola por efecto de la normalización del mercado cambiario".

"Teniendo en cuenta esta salvedad, a la caída reportada en el sector de alimentos y bebidas (-18,4 por ciento) que en rigor es una adecuación hacia volúmenes productivos habituales", se le suma "una fuerte baja en la industria de las metálicas básicas (-10,6 por ciento), condicionada por un panorama internacional particularmente negativo", destaca.