El país está cada vez más lejos de la idea del autoabastecimiento energético. Según datos del Ministerio de Energía, en 2017 se incrementó la importación de crudo, cayó la producción de gas y petróleo local, se redujeron los niveles de "existencias" de hidrocarburos en las Cuencas y disminuyeron las regalías a las provincias.

Alieto Guadani habla de un escenario con energía "escasa, importada y cara", en medio de un largo retroceso productivo de más de una década, y asegura que ni la mejora en la producción de no convencionales (34% shale-oil y 42% shale-gas) cubre el déficit actual. 

En las antípodas del neoliberalismo, Federico Bernal, de OETEC, coincide. "Venían a resolver una supuesta crisis energética heredada, a revolucionar las inversiones y la producción, a reducir el déficit fiscal energético y a mejorar la calidad de vida de los argentinos con más energía y más barata. Sin embargo, transcurridos dos años de mandato Cambiemos no sólo incumplió todas sus promesas, sino que empeoró todos y cada uno de los indicadores del sector", señaló.


Desde la llegada de Macri a la Casa Rosada la importación de crudo aumentó 26%. En casi dos años ya se importó un tercio de todo el crudo importado entre 2008 y 2015. Si se compara los tramos enero-noviembre del primer año de gestión (2016) con el segundo (2017), las compras de petróleo extranjero crecieron aún más: 33,8%.


En ese mismo lapso, la cantidad en metros cúbicos de los productos procesados derivados del crudo cayeron 8,2%. En 2015 se procesaron 27.624.596; en 2016 fueron 26.401.220, y el año pasado 25.360.203. En dos años se dejaron de producir 2,2 millones de m3 de petróleo argentino genuinos, sin tener en cuenta el biodiesel, bioetanol o el petróleo importado.

Si se tiene en cuenta el total de los productos procesados (agros + crudo nacional y extranjero) también hubo un descenso: en 2016 se procesaron 35,1 millones y en 2017 unos 33,9 millones, marcando una baja de 3,4%. La angloholandesa Shell es la que más volumen de crudo compra al exterior, la que más procesa y la que más cantidades de naftas y derivados dice que vende. 

La combinación de mayor importación y menor refinación local amplía la incidencia de los precios internacionales sobre los costos argentinos. Bernal denuncia una "extranjerización de los costos", que impacta directamente en la suba de precios en los surtidores, que para YPF alcanzaron hasta 38,3%en 13 meses. 

"A pesar de elaborar los combustibles con una proporción de crudo doméstico del 96%, la Argentina ya tiene naftas y gasoil más caros que Chile, que es importador del 100% del crudo que refina, y camino a superar en breve a Uruguay, que también es un importador neto", anticipó Bernal.