Mientras países de la región como Chile, Uruguay y Brasil –en ese orden– encabezan la lista de los que en el mundo más subieron su producción de leche, en la Argentina ocurre lo contrario.

En concreto, la producción local se ubicó en 2017 en 9.895 millones de litros, siguiendo la tendencia del año anterior –el primero de la ‘era Macri’–, cuando se había contraído 12,5 por ciento.

La caída no fue tan brusca como la del año pasado: apenas del 0,5 por ciento, pero preocupa al sector que, tras la brutal contracción de 2016, la producción de leche no amague siquiera a recuperarse.

Esta variable se complementa con una fuerte caída en las exportaciones: 24,5 por ciento, según consigna el Observatorio de la cadena Láctea Argentina (OCLA) y reproduce el diario El Cronista.

La fuerte caída en las exportaciones fue impulsada principalmente por la baja en los envíos al exterior de leche en polvo, que se redujeron casi un 32 por ciento en el último año.

Mientras tanto, Chile y Uruguay aumentaron su producción láctea en un 7 por ciento y Brasil lo hizo en 4,3 por ciento, ubicándose entre los países con mayor crecimiento en todo el mundo.