Lo celebró, pero el terrateniente y agricultor Gustavo Grobocopatel no dejó muchas esperanzas para la industria nacional tras el acuerdo suscripto: “Hay que permitir que haya sectores que desaparezcan”, dijo.

El empresario planteó en diferentes medios que el propósito del acuerdo es cambiar la “matriz productiva” de la Argentina, lo que incluye la desaparición lisa y llana de sectores productivos y reformas en lo laboral que permitan un mayor enriquecimiento del sector que él representa.

Por FM Milenium incluso usó una figura muy gráfica también utilizada durante la dictadura cívico-militar que abrió indiscriminadamente las exportaciones y llevó a la quiebra masiva de la industria nacional: “Si vamos a pretender producir productos de mala calidad, más caros y en una economía cerrada, estamos en el horno".

Su negocio, la base de su inmensa riqueza, como se sabe, es el agro, la soja, el maíz, etc., y el sueño de un país agroexportador, de la vuelta al ‘granero del mundo’, debe rondar por su cabeza noche a noche. El nuevo Mercosur, el de Macri y Bolsonaro, se lo estaría cumpliendo.