La profunda crisis económica en la que se encuentra el país se evidencia con noticias como ésta. La gigante empresa láctea envió un "plan de reestructuración" al gobierno de Macri, donde informan sobre 1.000 nuevos despidos.

En un año electoral, el Gobierno parece haber analizado profundamente la proposición que en un principio fue aceptada y que podría decantar en un nuevo conflicto a gran escala.

Sancor plantea a través de los despidos pagar deudas, reducir sus gastos y aumentar ventas para mejorar sus cuentas en un año. Aunque también lo hace para conseguir fondos y seguir en operaciones.

La propuesta salió a la luz luego de la reunión que mantuvieron el ministro de Trabajo, su par de Agroindustria, Ricardo Buryaile y el asesor del Ministerio de Producción, Ignacio Werner, con las autoridades de la empresa.

Allí, en ese encuentro, y tal como afirma hasta el diario Clarín, se acordó avanzar en un plan de reestructuración, que incluía entre las posibilidades desde la reducción de personal hasta la venta de la compañía. Pero, otra vez, el oficialismo dio marcha atrás.

La idea de la patronal es saldar deudas con proveedores a partir de mayo, duplicar las ventas a través de una mejora de la rentabilidad, bajar los gastos de alquileres, y, como dijimos, la reducción de personal y de plantas operativas.