Un exhaustivo informe de la Revista 23, afirma que la nueva administración de Aerolíneas Argentinas, ya comenzó a modificar la política aerocomercial y beneficiar a las privadas LAN, COPA, Avianca y American Airlines. Isela Costantini, nueva CEO de Aerolíneas,  dijo que la firma registrará durante 2016 un déficit de 15.000 millones de pesos. La variable de ajuste parecer estar clara: “Hay un exceso de empleados”, deslizó.

Gustavo Lopetegui  el secretario de Coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete,  es uno de los hombres del gobierno macrista que pulsea por definir el futuro de la aerolínea.  Hasta el 10 de diciembre pasado se desempeñó como CEO de la aerolínea LAN Argentina, principal competidora en el país de Aerolíneas. Desde su asunción, Lopetegui tuvo una gran injerencia en el diseño del plan para administrar la línea de bandera por los próximos cuatro años. Según trascendió, pretende un achique de rutas, de dotación y de personal aún más fuerte que el que ideó Isela, lo que encendió el estado de alerta en los diversos gremios aeronáuticos.

 El gobierno nacional informó que su intención es dar de baja las rutas que parten de Ezeiza y tienen por destino Barcelona, Nueva York y Roma. A esto se suma que ya se anularon las rutas a Brasilia, el vuelo Córdoba-Miami y en cabotaje el tramo Río Gallegos del corredor petrolero. Una política que indirectamente beneficia a las privadas que terminan ocupando las plazas que deja Aerolíneas Argentinas.

Otro beneficiado es LAN-Perú, que unirá Mendoza-Lima; Rosario-Lima y Salta-Lima. La capital peruana es un destino estratégico: LAN tiene un hub de distribución desde donde parten vuelos al hemisferio norte. “Los pasajeros argentinos van a viajar a esos destinos a través de esa conexión en lugar de elegir nuestra aerolínea. Toda esta política aerocomercial tiende a liberalizar la explotación del espacio aéreo nacional en perjuicio de AA”, explicó una fuente sindical. La reducción de los vuelos internacionales, que nutre de dólares a AA, afecta el presupuesto de la empresa que necesita divisas para el mantenimiento de sus aviones.

Mientras Aerolíneas cede espacios, el monstruo colombiano Avianca busca incorporarse al mercado argentino a través de la compra de MacAir, propiedad del conglomerado Sideco, de Franco Macri, padre del Presidente. MacAir opera aviones de porte pequeño pero cuenta con permisos para cubrir rutas comerciales y podría subirse a los tramos que baja Aerolíneas.