En todo el mundo, el precio al público del combustible está atado al precio internacional del petróleo. En todo el mundo menos en la Argentina gobernada por Mauricio Macri, donde ocurre lo contrario.

En el primer semestre del año, se produjo una caída del 14 por ciento del precio del crudo, por lo que la mayoría de los países ajustaron los precios de los combustibles que se venden al público a la baja.

Por ejemplo, en Estados Unidos se pagaba a 71 centavos de dólar por litro en promedio a mediados de abril y hoy se ofrece a 68 centavos, lo que representa una baja de 4 pro ciento, según informa el portal Infobae.

Sin embargo, esa misma caída se tradujo en la Argentina como nuevos aumentos al consumidor final: el domingo aumentaron las naftas el 7,2 por ciento y el gasoil el 6 por ciento.

Así y tras las sucesivas subas decretadas por el Gobierno en acuerdo con las petroleras (a las que el ministro de Energía Juan José Aranguren está vinculado), el litro de nafta argentina cuesta un 75 por ciento que el litro norteamericano.