Tras el anuncio y el fuerte rechazo que recibió por parte del sector, el Gobierno decidió dar marcha atrás con el impuestazo que planeaba aplicar para las industrias del vino y los espumantes.

Así lo afirmó el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, luego de reunirse con el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada. “Me confirmó que el vino y el champagne no van a tener impuestos internos”, escribió en las redes sociales.

Más tarde, desde la Presidencia se comunicó de forma oficial que no se incluirá el impuesto del 17 por ciento en la reforma tributaria que propone el Gobierno.

La iniciativa tampoco alcanzará a la cerveza, cuya alícuota se mantendrá en el 8 por ciento y no se elevará al 17 como habían anunciado desde el Ejecutivo.