El Gobierno acordó este jueves tomar un préstamo a 18 meses de 6.000 millones de dólares, y colocar deuda por 7.000 millones de dólares.

El anuncio estuvo a cargo del ministro de Finanzas, Luis Caputo, quien brindó una conferencia de prensa donde explicó que cada uno de los seis bancos involucrados prestará 1.000 millones de dólares, tomando como garantía el título Bonar 2024, a una tasa en torno al 3,8 por ciento efectiva anual, según cita Ámbito.com.

"Esta es una forma alternativa de financiamiento que nos permite salir al mercado la semana que viene con mayor tranquilidad, a buscar nuevos fondos", se excusó Caputo desde el Palacio de Hacienda, a la vez que celebró: "Es una noticia muy positiva para nosotros".

Según informa Ámbito, la operación se concretó con los bancos Santander, BBVA Francés, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y el J.P. Morgan, con quienes el Gobierno pactó se les pague una tasa Libor a 90 días, más un recargo de 0,90 puntos porcentuales, lo que al día de hoy equivale a una tasa del 3,80 por ciento.

A su vez, estos mismos bancos fueron los seleccionados para colocar el jueves próximo títulos de deuda por hasta 5.000 millones de dólares en el mercado financiero internacional, y otros 2.000 millones de dólares, en el mercado argentino.

Además, el ministro de Finanzas adelantó que el Gobierno prevé colocar bonos por el equivalente a 10.000 millones de dólares en los mercados internacionales de deuda este año, mientras que buscará colocar títulos en la plaza local por unos 14.000 millones de dólares.

De este modo, Caputo aseguró que aspira a colocar bonos por entre 3.000 millones y 5.000 millones de dólares el jueves de la semana próxima, en tanto que espera emitir deuda ese mismo día en pesos el equivalente a entre 1.000 millones y 2.000 millones de dólares. 

Todas estas operaciones forman parte del Programa Financiero que busca refinanciar casi 21.000 millones de dólares de deuda, y obtener otros 20.000 millones de nuevo financiamiento.

Al respecto, el funcionario iniciará el lunes una gira junto con su equipo por Londres, Boston, Los Ángeles, y Nueva York. Este anuncio se debe al voltaje de las palabras de Donald Trump y su inminente asunción en la presidencia de Estados Unidos, que pusieron presión al Gobierno esta semana y lo apuraron en la gestión que ya tenía en marcha para colocar deuda en el exterior.